de donde vengo yo, de un lugar con grandes historias de pequeñas personas, de un lugar lleno de luz, de flores, de gente que al pasar te sonríe, de donde yo vengo, lo primero que haría es verte, verte y mirar esa luz que brilla al rededor tuyo, su color, su forma de brillar, luego te invitaría a tomar el té y ver como levantas el dedo meñique al tomarlo, después daríamos un paseo, por la playa o quizá por el bosque, donde solo estemos tu y yo, preferentemente en el bosque, acostados sobre el suave pasto verde, rodeados de flores violeta claro, no importa que flores, solo violeta claro, mirándonos el uno al otro, descubriendo lo que somos, descubriendo lo más lindo del otro, lo más extraño y curioso que desde mi gusto es lo más importante, lo extraños y diferentes, lo que la gente que no logra ver más allá de esos ojos color café llamarían "raros", observar como me ves con ojos dulces y callas, no hay palabras, lo único que me deja tranquila es tu hermosa sonrisa, llena de cosas por descubrir, sabiendo que acabas de llegar a mi vida y ya no quiero que desaparezcas, saber que llegaste para cuidarme, para no irte, porque sos mi marca de héroe, una oveja enamorada de un lobo, que no nos importe el que dirán o el que ocurrirá, y saber que si algo llegara a pasar lo solucionaríamos, y después de todo nos amaríamos, con un poco de locura, no soy muy partidaria de la cordura, nos pelearíamos, nos separaríamos por un largo tiempo, pero sobre todo seguirnos amando, y esto nunca acabaría.

Amarte, sin importar nada.